Una de las preguntas más frecuentes que reciben los especialistas de la asesoría fiscal en Cheste viene de aquellos valientes que desean emprender y se encuentran con el gran dilema: ¿qué tipo de emprendedor les conviene ser?
Los servicios de una asesoría fiscal en Cheste podrán orientarte en profundidad sobre este asunto, pero, para que puedas hacerte una idea inicial, hoy resumiremos en este artículo las ventajas y desventajas de las dos principales modalidades para darnos de alta como trabajadores independientes: el autónomo y la sociedad.
Los principales factores a tener en cuenta serán las responsabilidades, los costes, los impuestos y la financiación.
- Autónomos. Los autónomos pueden darse de alta con facilidad y no necesitan aportar un capital inicial para constituirse como tales. Tienen el control total de la empresa y gozan de una tarifa plana que depende del país en el que obren. Sin embargo, también deben acarrear más responsabilidades en caso de que las cosas no vayan del todo bien en la empresa. Al contrario que las sociedades, los autónomos tienen responsabilidad ilimitada y pueden perder sus bienes en caso de quiebra. Además, las cuotas pueden ser bastante altas y no cuentan con gran ayuda financiera.
- Sociedad. Si constituyes una sociedad limitada (SL) o sociedad limitada unipersonal (SLU) gozarás de mayor apoyo bancario, tendrás responsabilidad limitada sobre lo que ocurra en tu empresa (no te jugarás tus bienes en caso de pérdidas) y pagarás impuestos más bajos, pero deberás aportar un capital inicial de varios miles de euros, además de realizar trámites considerablemente más complejos para conseguir el permiso.
Es una decisión difícil de tomar, lo sabemos, pero merecerá la pena para cumplir tu sueño y empezar a trabajar por ti mismo. En Asesoría Lacalle Tarín podemos ayudarte a resolver todas tus dudas y escoger el camino que más se adapte a tus expectativas.